Discover Naples está de vuelta y, con él, las misteriosas historias sobre tradiciones y eventos en la ciudad de Nápoles. Excursiones históricas y culturales reales sobre los temas más dispares del napolitano. La cita de hoy nos lleva directamente al 59 d.C. año en el que, en Pompeya, el deporte fue un tema muy comentado…
Los gladiadores de Pompeya
Por muy común que parezca una noticia deportiva en los últimos años, ¡no! La descalificación del estadio de Pompeya dista mucho de ser reciente. Estamos en el 59 dC y. más precisamente, en el famoso anfiteatro de Pompeya durante un espectáculo de gladiadores.
El anfiteatro fue construido alrededor del 70 a. C. por el duoviri Gaio Quinzio Valgo y Marco Porcio y fue utilizado para juegos de circo y las famosas peleas entre gladiadores: luchadores de la antigua Roma cuyo origen está ligado a la institución del munus, una especie de “deber” de prestar un servicio o una contribución a la comunidad. Las munera gladiatoria, en particular, fueron “ofrecidas” por los personajes más ricos, a sus expensas, con motivo de circunstancias particulares, por ejemplo, duelos a muerte entre esclavos.
Cuestión de desacuerdos…
Las munera gladiatoria que tuvieron lugar en ese momento en Pompeya fueron, en cierto sentido, muy modernas ya que preveían la presencia de invitados, los nocerini. Sin embargo, no hubo buena sangre entre pompeyanos y nocerini por una cuestión territorial: unos años antes del fatídico encuentro, los anfitriones habían tomado parte del territorio agrícola cedido a los nocerini tras la deducción como colonia de Nuceria Alfaterna.
Así, durante uno de estos encuentros (como ahora), “volaron” los primeros insultos y comenzaron las primeras peleas violentas que provocaron un número considerable de muertos y heridos. Un testimonio del evento se remonta a Tácito y sus Anales:
“En el mismo período de tiempo, por motivos menores, estalló un feroz conflicto entre los habitantes de Nocera y los de Pompeya por un espectáculo de gladiadores, ofrecido por Livineo Regolo quien, como ya he dicho, había sido expulsado del Senado. La gente, con la falta de moderación propia de esas ciudades, comenzó intercambiando insultos, luego pasó a las piedras y terminó tomando las armas; y prevaleció la plebe de Pompeya, donde tuvo lugar el espectáculo. Como resultado, muchos de los Nucerine regresaron a su ciudad con sus cuerpos cubiertos de heridas, la mayoría de ellos lamentando la muerte de sus hijos o padres.”
SILENCIO, ANALES, XIV, 17
Tras este hecho, el Senado romano decidió cerrar el anfiteatro durante diez años y condenó al organizador del evento, Livineio Regolo, al exilio.
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