Como todos los lunes, Discover Naples vuelve para contar hechos y curiosidades de la ciudad napolitana y sus costumbres y tradiciones. Número 27 en la mueca napolitana, ‘o Cantero es el tema de la historia de hoy. Volvamos juntos a los orígenes del nombre y descubramos un poco de curiosidad…
Paré ‘o cantaro ‘mmiez’â cchiesia
Sembrare il pitale (posto) nel mezzo della chiesa: sembrare qualcosa di incongruo messo in un contesto, una situazione che naturalmente gli siano estranei.
Los orígenes del nombre
El urinario, o pital, es literalmente el orinal utilizado en la antigüedad para satisfacer las necesidades corporales, dada la ausencia de baños dentro de las casas; una especie de orinal antiguo, en resumen.
El dialecto napolitano, de origen greco-latino, transformó gradualmente el término derivado del latín bajo càntharu (m), a su vez del griego kàntharos, y del árabe cantàro o quintâr.
El pequeño espacio de la casa dedicado a la alfarería estaba rodeado por un tipo particular de mobiliario: estrictamente escondido detrás de un mueble o una columna (antepasados de la mesilla de noche) y siempre colocado al costado de la cama para ser utilizado incluso de noche. A lo largo de los años, el jarrón también se sometió a una serie de remodelaciones, con la adición de decoraciones en el borde, en el mango y, a veces, en la base.
Sempe nu’ cesso era!
Como muchos objetos históricos napolitanos, también ‘o cantero tiene el privilegio de traer consigo una historia que se remonta a la época de Fernando de Borbón. Ya hemos hablado de Fernando IV de Borbón y de sus hábitos muy cercanos al pueblo (el rey Nasone y el reinado de los lazzaroni); Ciertamente no es de extrañar, por tanto, que uno de ellos esté vinculado a la historia del objeto … Se dice que el rey Naso solía recibir a sus invitados y súbditos al ser encontrado sentado en el cantero, habiéndose convertido en rey cuando solo tenía 9 años. Ferdinand mantuvo este hábito incluso en la edad adulta hasta el punto de que su cuñado, el futuro emperador José de Habsburgo, le regaló un pital muy lujoso encerrado en una columna de madera.
“Encerrado en columnas de madera con puertas que se abrían debajo de un capitel de estilo barroco en el que se exhibían plantas con hojas caídas.”
Entusiasmado con el regalo, el rey Nasone no dudó en bautizarlo, en honor a su cuñado, Zì Peppo, y lo colocó en la Sala de Embajadores de su apartamento privado. Sin embargo, tan lujoso y decorado… ¡sempe nu ‘cesso era! Y tal vez el regalo trajo consigo algo travieso…
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